¿Por qué nos deshidratamos?

Perdemos líquidos constantemente por las vías respiratorias, la orina, heces, y especialmente en personas activas, se pierde por sudoración. La causa es un desequilibrio entre lo que la persona pierde y lo que ingiere. En el caso de personas activas, la causa de la deshidratación es no beber suficiente, para recuperar lo que se pierde por sudor.

No sólo cuando realizamos ejercicio nos deshidratamos, también por no beber, por las pérdidas normales de líquido o las enfermedades como el vómito o la diarrea. Al realizar alguna actividad física, la perdida de líquidos depende de la duración e intensidad y condiciones climáticas de la actividad física, que puede ser desde los 50-100 ml/ hora hasta 200-2,500 ml / hora.

Las consecuencias de una deshidratación van desde la disminución en el rendimiento deportivo cuando la deshidratación es moderada, hasta efectos negativos sobre la salud, en casos de deshidratación más severa.

Tipos de deshidratación

El líquido se pierde a través de 4 vías principales:

  • Piel: sudor.
  • Riñones: orina.
  • Tracto respiratorio: vapor de agua.
  • Tracto gastrointestinal: heces fecales.

En las mujeres existen pérdidas adicionales por la menstruación o la lactancia.

En condiciones normales, las pérdidas en un adulto van de 2 a 2.5 litros al día, y es muy fácil recuperarlas por medio de la alimentación y consumo de líquidos. Sin embargo, en situaciones extremas como cuando se realiza ejercicio en el calor, pueden llegar a presentarse pérdidas de hasta 2 a 3 litros por hora. También se puede presentar deshidratación cuando se consumen diuréticos, que incrementan la producción de orina, o por infecciones gastrointestinales que ocasionen diarrea y vómito.
La deshidratación puede ser:

Hipertónica: Se presenta después de una sudoración profusa. En este caso hay una disminución del volumen sanguíneo, pero como el sudor contiene mayor cantidad de agua que de electrolitos, hay una aumento en la osmolaridad de la sangre (es decir, la sangre se vuelve más espesa).

Isotónica: Hay pérdida de líquido y de electrolitos en la misma proporción y aunque se dé una deficiencia de líquido, se mantiene la osmolaridad de la sangre.

Hipotónica: Se presenta cuando se utilizan diuréticos. Aquí hay mayor pérdida de electrolitos (sodio y potasio) que de agua por el efecto de los diuréticos y hay una disminución en la osmolaridad de la sangre (la sangre está más diluida).

¿Cuáles son las consecuencias de una deshidratación?

La deshidratación es una condición en la que las pérdidas de líquido esos niveles están por arriba de 400 mg/dl. Entre 200 y 300 mg/dl, la actividad física debe realizarse bajo supervisión médica.

Quienes presentan alteraciones del colesterol (o dislipemias), comentó Franchella, ?no deben esperar efectos benéficos inmediatos a partir de la práctica deportiva. Las mejorías se observan a los 2 o 3 meses de iniciada la actividad física, en especial en los pacientes con triglicéridos elevados?. En ellos es más importante la duración del ejercicio que su intensidad.

En los hipertensos, los efectos positivos de la actividad física ?un descenso de la presión arterial? se pueden observar durante las 10 a 12 horas posteriores a su realización. ?Sin embargo, deben evitar todo esfuerzo como el que implica levantar pesos o cargas, ya que pueden elevar la presión arterial?

Por último, entre quienes padecen enfermedad vascular periférica, que se caracteriza por una disminución en el flujo sanguíneo de las piernas, la planificación de las caminatas es fundamental. ?Es importante determinar cuál es la distancia en la cual aparece el dolor en las piernas, para no caminar más del 70% de esa distancia en cada caminata?, señaló Franchella.

Así, si una persona comienza a sentir dolor en las piernas después de caminar diez cuadras, no debería caminar más de siete cuadras en cada caminata. ?La sucesión de esas caminatas, que deberían ser diarias, permitirá prolongar la distancia a la que aparece el dolor.?

GSSI

 

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